lunes, 26 de abril de 2010

DESDÉN

Deseando que el "POESÍA EN LOS BARES 5: DESTROYER" haya sido todo un éxito (escribo estas líneas casi 15 días antes), aprovecho la resaca poética para dejaros con un microrrelato del Kebran, puesto que sin él, llevar la poesía a los bares nunca hubiera sido posible.

¡Gracias por todo, Ramón!




EL DESDÉN DE LA LUNA

La luna despide a Sócrates Tornillo con desdén, sin obsequiarle con su cálido beso.

Los frutos de la noche: treinta hojas de papel llenas de palabras, y palabras y más palabras.

Sócrates escribe de luna a luna. El sol le da miedo (no olvidemos que el miedo es blanco).

Al percibir que la claridad va ganando la partida, Sócrates deja con mucho cuidado su pluma en el escritorio, guarda sus hojas llenas de palabras en una carpeta con suma delicadeza. Se va despojando, de igual modo, de toda su ropa, y, frente al espejo, se observa en plena desnudez. Agotado. Es hora de tributar a Morfeo. Enjuga una lágrima.

Duele, terriblemente, que la luna te ignore.

lunes, 19 de abril de 2010

HERENCIA

Continuamos esta semana con otro poema de David González, igualmente del libro "LOSER", de Bartleby Editores.


HERENCIA

Un estanco, y dentro, la estanquera,
una anciana en silla de ruedas,
la muchacha sudamericana que la empuja,
dos tías muy jóvenes para mí
y
la anciana en silla de ruedas, rubia y delgada,
que advierte mi presencia y grita

¡Pero qué hombre más guapo!

Le sonrío por educación y la anciana en silla de ruedas,
que en su tiempo debió de ser una auténtica preciosidad,
me pregunta entonces abiertamente, en voz muy alta

¿Estás casado?

No, la verdad es que no.

¿Por qué no te casas conmigo? Te dejaría en herencia
esta silla de ruedas.

lunes, 12 de abril de 2010

COMPORTAMIENTO

En estas semanas previas al evento "POESÍA EN LOS BARES 5: DESTROYER", voy a aprovechar para colgar unas colaboraciones que he tenido con dos grandes poetas: David González y Kebran.

Mi aportación se limitó únicamente a ilustrar sus poemas, pero eso, tratándose de las dos personas que os he comentado, es más que suficiente.

El poema que os presento hoy se llama "Comportamiento", y pertenece al libro "LOSER" de David González, y editado por "Bartleby Editores".

Espero que os guste tanto como a mi.



COMPORTAMIENTO

En un principio,
cuando aún eran pocas,
la obedecían.
La mujer daba unas palmadas
o
les decía: venga,
quiero veras a todas ahora mismo
desfilando hacia vuestra casa,
que ya es hora…
y
por extraño que pueda parecer,
ya te digo, la obedecían.

Pero después,
cuando se multiplicaron en número
y
crecieron en tamaño,
dejaron de marchar
al paso que les marcaba
la mujer de las palmas
y
los habituales empezaron a fijarse
en unas manchas negras y rojizas
que correteaban por el mostrador
o
se subían por las blancas paredes.

Aún así,
la mujer de los manotazos
seguía en sus trece,
seguía negándose a llamar
a un exterminador.

Sin embargo,
el tema llegó a tales extremos
que terminó degenerando en
o
ellas
o
el negocio.

El exterminador
no se parecía en nada a William S. Burroughs.
Ni era alto
ni tampoco extremadamente delgado;
de hecho no medía mucho más allá
del metro con cincuenta y dos centímentros
de la mujer del bar
que, por causa de su baja estatura,
se había visto obligada
a colocar detrás de la barra,
sobre las baldosas del suelo,
unas plataformas de tablas
debajo de las cuales se reproducían
y
propagaban
las cucarachas.

Cuando el exterminador
levantó el primer palé,
no sentí asco ni nada parecido ,
pero me vinieron a la memoria
redadas en antros de mala muerte:
perros policías, sus amos
y
cantidad de gente de la mala vida
huyendo en todas las direcciones,
en busca de una escapatoria.

Pero con este exterminador
no había escapatoria posible.
Hacía bien su trabajo.
Cada dos o tres metros,
colocaba unas diminutas bolitas
de una especie de pasta pegajosa
que contenía feromonas:
sustancias secretadas por un insecto,
un ortóptero en el caso que nos ocupa,
que actuaban sobre el comportamiento
de insectos de la misma especie.

De esta manera,
cuando una cucaracha
ingirió el primer bocado,
enseguida apareció otra
que se la comió viva a ella y así,
las cucarachas fueron comiéndose vivas
unas a otras,

Cadáveres de cientos de cucarachas

hasta que solo quedamos con vida

la mujer del bar,

el exterminador

y

yo.


*Con respecto a esto, es aconsejable la lectura de mi poema El interrogatorio, en mi libro El demonio te coma las orejas (Asociación Crecida, Ayamonte, Huelva, 1997) y también en El demonio te coma las orejas [1997 – 2008] (Glayíu Editorial, Asturias, 2008).

lunes, 5 de abril de 2010

¡SILENCIO, SE RUEDA!

A ver: si el Creatura celebra un "Especial Cine", ¿Cómo abordarlo desde el punto de vista del Hombre Irónico?

Aquí tenéis la respuesta...





Publicado originalmente en el Creatura #51, "Especial Cine" (Abril '10)